.Un ser especial. Es la mejor forma que se me ocurre para describir a Michael Jackson. Quisieron ahuyentar su inocencia a palos, pero él se aferró a ella como si en eso le fuera la vida. Luchó por proteger su infancia perdida mirándose en el espejo de los más necesitados, pero intentaron robársela por segunda vez, transformando aquella pureza en sordidez. Su delicada voz y su frágil figura daban paso en sus conciertos a un gigante coloso que entre humo y brillantes luces podía arrastrar a miles de personas al paroxismo. Pudimos verle flotar sobre el escenario a ritmo de Billie Jean, desafiar la ley de la gravedad en Smooth Criminal y oir su voz quebrarse de sentimiento con las últimas notas de She's out of my life. Pero siempre se sintió solo. Contradicciones. Ansias de perfección llevadas a un extremo que algún día acabarían destruyéndole. Un corazón grande, quizas demasiado para el frío mundo en el que le tocó vivir. Por eso pedía a gritos -necesitaba- un mundo mejor. Quizas ya lo haya encontrado. El no merecía menos.
Un ser especial. Incluso llegó a caminar sobre la Luna...
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1 comentario:
¡Queremos más artículos de Noozia! Tienes el blog olvidadillo...
Saludos
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